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VALORES JURÍDICOS

La siguiente clase es de contenido dedicado totalmente a la explicación y comprensión de los valores inmersos en un ordenamiento jurídico.

Los valores jurídicos no son valores individuales como la pureza, el dominio de sí mismo, etc., ni valores sociales subjetivos individuales como el amor, la misericordia, sino valores sociales objetivos colectivos o valores de la conducta humana intersubjetiva, es decir, que se realizan siempre en las relaciones de sujeto a sujeto. En consecuencia son valores bilaterales. Son valores que vinculan voluntades. «Todo valor bilateral de la conducta, dice Carlos Cossío, es un valor jurídico, porque calificarlos de bilaterales equivale a decir que son los valores propios de la conducta compartída.  El sentido unitario de la conducta en interferencia intersubjetiva se constituye sobre esos valores.

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El número de valores jurídicos no es taxativo. Así como hay un crecimiento o ensanchamiento de la conciencia valorativa, así también hay un ensanchamiento de la conciencia jus-axíolóqica. En un mismo ordenamiento jurídico, no digamos en un mismo sistema jurídico, puede presentarse el ensanchamiento o encogimiento de la conciencia jus-axíolóqíca.

Clasificar los valores jurídicos en supremos, derivados, subordinados y circunstanciales. Los últimos matizan el sistema jurídico o el ordenamiento jurídico de cualidades históricas propias, peculiares y tal vez intransferibles. Así, por ejemplo, no obstante tratarse de un mismo sistema jurídico, el derecho romano clásico no contenía todos los valores jurídicos del derecho romano justinianeo. Lo mismo ocurre corporativamente, aunque en mayor grado, entre el derecho medieval y el derecho moderno de Occidente. Esto quiere decir que cada sistema de derecho o cada ordenamiento jurídico instauran su propia tabla de valores jurídicos sin detrimento del plexo jus-axíolóqico mínimo.

Los valores, dice Recaséns Síches, presentan el espectáculo de guardar entre sí relaciones de rango o jerarquía. Hay especies de valores que valen más que otras clases -por ejemplo, los valores éticos valen más que los valores utilitarios-. y, además, dentro de cada familia de valores, también ocurre que unos valen más que otros; por ejemplo, vale más la pureza que la decencia, vale más la sublimidad que la gracia».

Estos son los factores que vamos a considerar con más encono en la clase que estás por tomar, esperamos que lo anterior te haya proporcionado las nociones básicas del tema para que tengas un mejor aprovechamiento.

BIBLIOGRAFÍA:

PINEDA Mantilla, B.  [En línea].  LOS VALORES JURIDICOS.  [Fecha de consulta: 24 Febrero 2014].
Disponible en: http://www.udea.edu.co/portal/page/portal/bibliotecaSedesDependencias/unidadesAcademicas/FacultadDerechoCienciasPoliticas/PublicacionesMedios/EstudiosDerecho/SegundaEpoca/Tab/Vol%20XVIII%20Rev%2056%20parte%207.pdf

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PODER Y DERECHO

A continuación vamos a proporcionarte una de las lecturas básicas de todo sociólogo y leguleyo, me refiero a una parte esencial del texto de Norberto Bobbio que se llama: Origen y fundamento del poder político en México, donde se realiza una teorización sobre ambos conceptos, es decir, sobre el poder y el derecho y su relación inevitable.

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“Poder y derecho son las dos nociones fundamentales de  la filosofía política y de la filosofía jurídica respectivamente.  Habiendo comenzado mi enseñanza universitaria con  la filosofía del derecho y habiéndola concluido con la filosofía política, he tenido que reflexionar más sobre el nexo entre las dos nociones de lo que generalmente le haya sucedido a los escritores políticos, que tienden a considerar como principal la noción del poder, o a los  juristas, que tienden a considerar primordial la noción del derecho. Y en cambio una reclama continuamente a la  otra. Son, por decirlo así, dos caras de la misma moneda.  Entre escritores políticos y juristas, el contraste implica cuál de esta moneda sea el frente y cuál el reverso: para  los primeros el frente es el poder y el reverso el derecho, para los segundos es lo contrario.

Este contraste depende del distinto punto de vista desde  el que los unos y los otros observan el mismo fenómeno y del interés de investigación que los mueve: para el filósofo  de la política el problema principal es el de la distinción entre poder de hecho y poder de derecho; para el filósofo del derecho, en cambio, el problema principal es el de la distinción entre norma válida y norma eficaz. Lo que quiere decir que uno parte de la consideración de un poder sin derecho para llegar sólo en un segundo momento a ponerse el problema del poder que asegure la efectividad.

Es verdad que el poder sin derecho es ciego y el derecho sin poder quedar vacío, pero también es verdad que la teoría política no puede dejar de tomar en consideración primeramente el nulo poder, independientemente de los llamados principios de legitimidad, es decir, de las razones que lo transforman en un poder legítimo, así como la teoría jurídica no puede dejar de tomar en consideración el sistema normativo en su

conjunto, como una serie de normas una a otra vinculadas según un cierto principio de orden, independientemente del aparato de la fuerza predispuesto para su actuación.”

Ahora bien, a manera de conclusión, nos dimos una idea de cómo es que el poder y el derecho están entrelazados. El primero debe mirar siempre a ejercerse legítimamente basándose en los lineamientos jurídicos en boga, de lo contrario se estaría violentando el Estado de Derecho con que cuenta una sociedad, lo cual es muy peligros.

 

BIBLIOGRAFÍA:

BOBBIO, Norberto.  [EN línea].  Entre el derecho y la política (II).  [Fecha de consulta: 24 Febrero 2014].
Disponible en: http://www.eafit.edu.co/revistas/badp/Documents/badp9/BADP-09-norberto-bobbio.pdf

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SOCIEDAD Y ORDENAMIENTO JURÍDICO

Aun cuando pueda pensarse que se trata de una afirmación obvia resulta necesario tener en cuenta que la expresión «ordenamiento jurídico», habitualmente usada por los juristas como sinónimo de «orden jurídico», «sistema jurídico» o simplemente «Derecho», es un término ambiguo. Así, la noción de «ordenamiento jurídico» se generó a partir de la idea de que «Derecho» no es un término que remite a un simple conglomerado de normas sino a la existencia de una cierta organización entre ellas. En el desarrollo de las ideas de Santi Romano las normas no son elementos que generan instituciones sino que el proceso es inverso. Para comprender esta afinación resulta importante destacar que el término «institución» remite primariamente a la existencia de una sociedad entendida, en primer término, como un grupo de individuos.

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Ahora bien, no cualquier grupo de individuos constituye aquello a lo que el autor alude con la indicada expresión. Para que sea correcta su utilización, el grupo al que se hace referencia debe poseer una finalidad o propósito común que, de un modo permanente, intenta alcanzar, es decir, que debe existir un cierto orden en la conducta social en el intento de alcanzar el objetivo pretendido el que, a su vez, otorga una característica distintiva al mismo. Por último, este orden de la conducta se manifiesta entre otras formas mediante el uso de ciertos procedimientos que dotan al grupo de órganos de poder, tales formas indican la existencia de un tipo específico de «organización social» De esa forma, se comprende que, para el referido autor, el orden social de la conducta resulta anterior a la norma que lo organiza o le proporciona su estructura.

El derecho sólo constituye una de los modos de manifestación ulterior del ordenamiento y contribuye a su presentación unitaria. Por eso, la concepción de Santi Romano implica declarar la inexistencia de una conexión conceptual necesaria y suficiente entre «derecho» y «ordenamiento jurídico» e implica una defensa explícita del denominado «pluralismo jurídico», postura que supone la negación de la tesis de que es el Estado el que posee el monopolio de producción jurídica y la afirmación de que los grupos que no son parte de aquel, tienen también capacidad para generar su propio derecho.

Toda la presente información la puedes encontrar en el siguiente link.

En conclusión, el ordenamiento jurídico en esta breve lectura es un concepto que aterriza en una serie de lineamientos de diferente procedencia que se configuran en reglas, normas, leyes. También se considera que el Estado no es el único edificador del ordenamiento jurídico, sino que es consecuencia de un conglomerado que le dan un acabado tal y como se conoce dependiendo de la sociedad.

BIBLIOGRAFÍA:

ABRIL, Ernesto.  [En línea].  ORDENAMIENTO JURÍDICO: ESTRUCTURA y CARACTERES.  [Fecha de consulta: 24 Febrero 2014].
Disponible en: http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/collect/ar/ar013/index/assoc/D4701.dir/sec5004b.pdf

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CONCEPTO Y QUEHACER DE LA SOCIOLOGÍA JURÍDICA

En esta breve introducción podrás adquirir nociones sobre la composición de la sociología jurídica o sociología del derecho, que es lo mismo. ¿Para qué? Para que puedas complementar la información con la complejidad de la información de la clase, la cual, (debo decirlo) es un tanto densa ya que trata de explicarte en qué consiste el tema y su relación con otras ramas del derecho para el logro de su factibilidad.

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El nombre “sociología jurídica” comienza a utilizarse a fines del siglo XIX, habiendo sido, aparentemente, el primero en utilizarlo D. Anzilotti en su libro “La filosofía del derecho y la sociología”. Sin embargo, como título específico de obras aparece luego de la primera década  del presente siglo, en la de Erhlich (1912) y Nardi Greco (1927). En la tradición anglosajona el término sociología del derecho se complementa con otras denominaciones tales como “derecho y sociedad” o “derecho y ciencias sociales”. Para expresarlo con términos muy generales, el problema central de la disciplina es tratar de discernir cuáles son los influjos recíprocos entre el ordenamiento jurídico y la realidad social, entendido el primero como un conjunto de normas que existe en un medio social que lo aplica, o deja de aplicarlo, de acuerdo con variables circunstancias determinadas por otros tipos de normas (usos, costumbres, normas religiosas o éticas, normas morales). Relaciona  además las normas jurídicas y sus circunstancias de aplicación con variables sociológicas como el tipo de estratificación social, el sistema político real (no el derivado de consideraciones jurídico-formales exclusivamente), los intereses económicos de determinados grupos o la situación económica en la que actúan los operadores judiciales y extrajudiciales del derecho, entre otros, jueces y juristas.  En sentido general, la sociología del derecho tiende a considerar al derecho como un “fenómeno social”, esto es, como un objeto de estudio de la ciencia social encuadrable en el “hecho social” identificado por Durkheim, y por lo tanto, en relación con otros hechos sociales tales como los antes mencionados, y todos los que pudieran ser identificados en cualquier  sociedad.

En conclusión, la sociología jurídica es una rama más del derecho, pero también lo es de la sociología, la cual vislumbra los entramados sociales bajo los cuales crecen o se originan las leyes que nos rigen.

BIBLIOGRAFÍA:

FUCITO, Felipe.  [En línea].  (1989) Concepción Sociológica del Derecho.  Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales  «Ambrosio L. Gioja».  [Fecha de consulta: 24 Febrero 2014].
Disponible en: http://www.derecho.uba.ar/investigacion/Cuadernos_de_Investigacion10.pdf

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MÉXICO Y AMÉRICA LATINA

En esta introducción vamos a considerar el mismo tema de clase pero desde una perspectiva histórica, de tal manera que adquieras el antecedente sobre las relaciones diplomáticas y no diplomáticas que ha establecido nuestro gobierno con los demás países latinoamericanos.

imagenA pesar del origen histórico común y de los lazos de lengua y cultura, que podrían suponer la base para un interés oficial de México en mantener estrechos los vínculos con América Latina, la realidad es que hasta la fecha reciente, las relaciones con los países del sur ocuparon un lugar secundario en la escala de prioridades de la política exterior mexicana.

 

Esto es particularmente cierto si vemos más allá de los intercambios turísticos y culturales, muchos de los cuales, por otra parte, se realizan fuera del marco oficial. El comercio con la región, por ejemplo nunca ha significado para México, a excepción del periodo de la segunda guerra mundial, más del 25 de las exportaciones totales ni más del 5% de las importaciones. Las relaciones políticas a nivel bilateral se han reducido prácticamente a cuestiones de rutina con excepción de la materia de asilo político, que debido a los frecuentes golpes de estado que se registran en el área, le han dado a México la oportunidad de distinguirse como uno de sus más activos practicantes.

A nivel multilareal México ha apoyado, por lo general, los esfuerzos tendientes a desarrollar una política común para la defensa conjunta de intereses de los países del área. Sin embargo, esta actitud se ha limitado más bien a los asuntos económicos, como es el caso de la presentación conjunta de posiciones tendientes a mejorar los términos del tratamiento que otorgan a la región las grandes potencias y los organismos económicos internacionales en materia comercial y de ayuda financiera. Por lo demás, es de sobra conocida la precaria estabilidad y duración que ha tenido los intentos de consenso latinoamericano en problemas que afectan a la región.

Las causas que explican más no justifican esta actitud tradicional de pasividad oficial de México ante América Latina, son varias. En primer lugar hay que considerar algo importante con frecuencia se olvida y es el hecho de que México sufrió durante y después de la Revolución un aislamiento hemisférico parecido a al que Cuba tuvo que enfrentar años más tarde con el advenimiento al poder de Fidel Castro. Este aislamiento fue producto de las presiones de Washington, pero sólo en parte. La persecución religiosa de Calles y las reformas de Cárdenas, tenidas en los círculos oficiales del continente por socializantes, le ganaron a México el repudio de un gran número de gobiernos latinoamericanos. La segunda guerra mundial, con la necesidad que trajo para los Estados Unidos de presentar un frente hemisférico de solidaridad a la penetración de las potencias del Eje, fue la que permitió superar las causas de ese aislamiento.

A decir verdad, el aislamiento también fue fomentado desde dentro, esto es, en el propio México. Es una primera etapa posrevolucionaria los distintos gobiernos estuvieron demasiado ocupados con los problemas internos. De aquí que la atención prestada a los asuntos externos con excepción de aquellos relacionados con los Estados Unidos los que por razones obvias se veían forzados a tomar consideración fuera mínima.

Pero por otra parte, la misma experiencia histórica sufrida por México en materia de intervención extranjera, que dio pie al surgimiento de la autodeterminación y la no intervención como los principios básicos de la política exterior, llevó a confundir en la práctica a la no intervención con el aislacionismo, pensándose tal vez, ingenuamente, que la mejor forma de evitar las intervenciones del exterior era reducir al mínimo la necesidad de verse mezclado en asuntos extranjeros.

Un elemento adicional que ayuda a explicar el poco interés que ha tenido México por fomentar las relaciones con los otros países de América Latina es el magnetismo que han ejercido sobre el país los Estados Unidos, particularmente a partir de la segunda guerra mundial. Este magnetismo ha tendido a actuar como una especia de cortina que impide apreciar en toda su amplitud el valor que tienen los contactos con otros países y regiones. En este sentido podría decirse que las relaciones internacionales de México prácticamente se han visto dominadas por un desmedido bilateralismo con los Estados Unidos. La fuerte atracción que ejerce la gran potencia sobre su vecino inmediato no es, en esencia, distinta a la que sufre la mayor parte de los otros países del mundo.

Como podemos percatarnos, hay raíces históricas que nos explican el porque nuestro país se ha mantenido alejado  de América Latina, y que cuando intenta un acercamiento, es limitado debido a la relación que guardamos con Estados Unidos de América. Sin embargo, podemos decir que es una tarea pendiente que tenemos para los próximos años.

BIBLIOGRAFÍA:

OJEDA Gómez, Mario.  [En línea].  PRESENTACIÓN: LA NUEVA POLÍTICA DE MÉXICO HACIA AMÉRICA LATINA.  [Fecha de consulta: 24 Febrero 2014].

Disponible en: http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/48ANTNSX5JLB7DA51VIEFU2Q9S4PLH.pdf

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MÉXICO CONTEMPORÁNEO

Para introducirte a la clase en esta ocasión veremos los elementos generales del contexto internacional en el que México se desplazó durante los años que comprende el México que hoy llamamos contemporáneo. Es importante considerar ese contexto exterior ya que en buena medida a ello se deben lo sucedido en México en los últimos treinta años de nuestra vida política, económica y social.

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En el ámbito internacional fueron muchos e importantes los cambios que se suscitaron en el mundo. A partir de 1982 comienza a implementarse el modelo económico neoliberal en prácticamente todos los países capitalistas del mundo, que venían arrastrando una crisis económica desde una década antes. Producto de la globalización surgieron tres grandes bloques económicos regionales, que fueron los siguientes: el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá; la Comunidad Europea conformada por más de 15 países que utilizan una moneda única que es el euro; así como los llamados tigres asiáticos encabezados por Japón.

Por su parte, los países socialistas comienzan a entrar en crisis económica en la década de los ochenta y a realizar algunos cambios políticos. Producto de ello fue que en 1985, al asumir el mando de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) Mijail Gorbachov, comenzó a aplicar un modelo conocido como perestroika, que significa reestructuración, para forzar el desarrollo económico de su país, así como la glasnot, que significaba transparencia, consistente en buscar la democratización de un país al permitir que además del Partido Comunista de la Unión Soviética, el partido gobernante, también crearan otros partidos políticos que pudieran participar en elecciones.

Como un preludio de lo que sería el fin de la llamada Guerra Fría, en 1987 Estados Unidos y la URSS firmaron un acuerdo para destruir parte de su arsenal nuclear. Dos años después el gobierno de Gorbachov entró en crisis política a raíz de que surgieron grupos que criticaban el sistema socialista en su país, aparecieron conflictos entre los grupos étnicos, surgieron tendencias separatistas y se agravó la crisis económica. Todo ello provocó que el 1989 se decretara la desintegración de la URSS en varios países, muchos de los cuales abandonaron la economía socialista y comenzaron a desarrollar una economía de libre mercado que después generó monopolios, lo que hizo que entraran claramente en un sistema económico capitalista.

Esto provocó la derrota del socialismo existente en la URSS y en los países de Europa del Este que estaban bajo su protección. La Guerra Fría terminó siendo ganada por Estados Unidos y el capitalismo, y este acontecimiento tuvo como símbolo la “caída del muro de Berlín”; es decir, tirar el muro que durante muchos años dividió a la Alemania socialista de la Alemania capitalista, dándose así la reunificación alemana.

Ante el término de la Guerra Fría, China, el otro gran socialista, entró a una etapa de apertura económica al autorizar ciertas formas de producción y de economía capitalista, pero sin debilitar el dominio del Partido Comunista Chino.

En 1991se realiza la primera guerra del golfo pérsico, en que Estados Unidos invade Irak porque a su vez éste había invadido un pequeño país llamado Kuwait, uno de los principales países vendedores de petróleo a Estados Unidos. Después de un fracaso militar, el ejército estadounidense abandona Irak, pero doce años después, en 2003 y sin la aprobación de la Organización de las Naciones Unidas, se realiza la segunda guerra del golfo pérsico mediante una nueva invasión militar por la sospecha infundada de Estados Unidos acerca de que en Irak había importantes armas biológicas que atentaban contra su seguridad y la del mundo.

A todos los acontecimientos internacionales México no estuvo ni ha sido ajeno. Ha encontrado un equilibrio en su política exterior que le ha permitido tener en estos años una buena relación con Estados Unidos y un margen de autonomía política mayor a de varios países latinoamericanos.

Una de las participaciones más destacadas de México en política internacional fue haber formado en 1983, durante el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, el Grupo Contadora junto con Panamá, Venezuela y Colombia, para lograr una solución pacífica a los conflictos centroamericanos y a otros problemas de América Latina, tratando de frenar la influencia de Estados Unidos en la región. Los primeros frutos de esto comenzaron a recogerse a partir de 1988, cuando en Nicaragua se formó un acuerdo para una solución pacífica a sus problemas y cuando en enero de 1992, ya en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, se formó en la Ciudad de México el pacto que puso fin a la guerra civil en El Salvador.

A partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos y Canadá en 1994, la relación económica con estos países ha estado en el centro de la política exterior descuidando las relaciones con otros países o inclusive enfrentándose abiertamente con otros fue el caso del gobierno de Vicente Fox con el de Venezuela, encabezado por Hugo Chávez, a quien calificó de populista, o con el de Cuba, a cuyo mandatario, Fidel Castro, le pidió que asistiera a México a una reunión, pero que después de la comida de trabajo abandonara el país mediante la célebre frase de “comes y te vas”, esto para que no se encontrara con el presidente de Estados Unidos George W. Bush.

Estas y otras cosas han hecho que México perdiera parte del liderazgo que por su política exterior tenía en América Latina, por lo que los países de la región deben fortalecerse y las posibilidades de cooperación y darse mayor acercamiento. Debe aprovecharse más la relación con Europa para generar transferencias tecnológicas, mayor inversión extranjera, cooperación científica y cultural, para depender menos de los dos socios comerciales de Norteamérica. De igual manera, México debe acercarse más a las economías exitosas de Asia, esto es, Japón, Corea y en general a los llamados tigres asiáticos, por ser ahí donde está ocurriendo el mayor desarrollo económico. México también necesita replantear su relación con China, ya que de este país se reciben más productos importados que los que se exportan, por lo que se pierde espacios de competencia, ya que aunque son de mala calidad, hay más productos chinos que mexicano en Estados Unidos.

Como nunca México debe defender sus principios de política exterior de no intervención en los asuntos internos y apoyar la paz y el desarrollo, respetando la soberanía de cada país y la libre determinación de los pueblos.

En conclusión, la participación de México en el ámbito internacional está cargada de buenas y malas historias pues somos parte de un país que carece hasta la fecha de una línea definida sin dependencia de la política neo colonizadora de Estados Unidos de América. En mucho a ello se debe lo que estamos a punto de analizar en la clase.

BIBLIOGRAFÍA:

BOLÍVAR Meza, Rosendo.  HISTORIA DE MÉXICO CONTEMPORÁNEO II.  3ª ed.  México: Instituto politécnico nacional, 2008.  243p.
ISBN: 9789703605026

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ESTRUCTURA SOCIOECONÓMICA DE MÉXICO

En esta ocasión vamos a proporcionarte los conocimientos previos sobre el tema de la clase mediante una lectura que te dará las bases sobre el periodo que estamos a punto de abordar. Se trata de las características de los tiempos en que se aplicaron los modelos económicos que marcaron la estructura socioeconómica de México para poder así comprender lo más objetivamente posible el devenir de México a la par de los demás países latinoamericanos y el mundo.

En los últimos lustros, las ciudades latinoamericanas han experimentado fenómenos vinculados con los modelos económicos aplicados y con el crecimiento demográfico, la escasez de recursos públicos, el desgaste de la legitimidad de varias instituciones que tuvieron vigencia por un periodo largo (1950-1980), las expectativas ligadas a formas de vida y al proceso de educación, normas de convivencia social, el impacto de la globalidad a través de la información y los mercados, una dramática y tajante división internacional del trabajo.

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Estos fenómenos: desempleo abierto, anomia, quiebra de los valores tradicionales y de las expectativas, desfase de los sistemas jurídicos, institucionales y de gobierno respecto a las realidades que deben organizar, han conformado una «ciudad rota», parcelada, que sólo en algunos casos llega a ser funcional en términos productivos: líneas y flujos de transporte, infraestructura, servicios públicos, recursos y energía, «zonas de desarrollo controlado».

Esta serie de cambios han puesto en entredicho la capacidad de las instituciones (nacionales y locales) para encontrar salidas y diseñar programas que resulten eficaces. La organización social y política (partidos, ONGs, asociaciones civiles, etc.) no parecen alcanzar algunas veces la escala suficiente ni tener la dirección correcta para dar solución a los reclamos sociales. Los «espacios de interacción social» no coinciden ya con las realidades y los roles individuales.

La convivencia social y la calidad de vida (normas y costumbres, espacios culturales, áreas verdes, etc.) han sufrido degradaciones más o menos evidentes a los ojos del habitante urbano, del citadino-ciudadano.

En conclusión, podemos decir que la historia de los países tercermundistas a partir del siglo XX es una historia que ha ido degradándose debido a la implementación de una política económica basada en el sistema del capital. No podemos atribuirle otra razón al fenómeno decreciente de la calidad de vida de las mayorías.

Ahora sí, con estos antecedentes es provechoso que tomes la clase correspondiente.

BIBLIOGRAFÍA:

MARTÍNEZ Henriquez, Éktor.  [En línea].  (2005) Reforma política en México.  [Fecha de consulta: 24 Febrero 2014].
Disponible en: http://cacheteandolaignorancia.blogspot.mx/

 

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EL SISTEMA POLÍTICO MEXICANO

En la presente introducción, te proporcionaremos una definición dura y concisa de “sistema político” con el fin de que adquieras las bases etimológicas del término, de tal manera que lo puedas aplicar o puedas asimilar de forma más objetiva los conocimientos que estás a punto de adquirir en la clase.

SISTEMA POLÍTICO: El sistema político, en una primera aproximación, es cualquier conjunto de instituciones, de grupos y de procesos políticos, caracterizados por cierto grado de interdependencia recíproca. En el enfoque sistémico de la Ciencia Política, hace referencia a una noción muy específica. Su origen es sociológico. La teoría sociológica general de Talcott Parsons lo considera un subsistema del sistema social general y plantea el llamado esquema AGIL, palabra formada por las iniciales inglesas de los cuatro subsistemas que lo forman: – Subsistema económico — («Adaptation») – Subsistema político — («Goal attainment») – Subsistema legal — («Integration») – Subsistema cultural — («Latent pattern maintenence») En este esquema, el sistema político aparece definido por la búsqueda y prosecución de metas, por el cumplimiento de una finalidad. Es un modelo un tanto estático, que no tiene suficientemente en cuenta que los fines de un sistema político cambian frecuentemente. Por tal motivo, K. Deutsch propuso agregar al esquema AGIL «la función del cambio político y social». En opinión de von Beyme, los límites del concepto de sistema político son «coincidentes con los límites del concepto tradicional de Estado». No se vería, entonces, cual es la ventaja del nuevo concepto. A nuestro juicio las tiene, porque es más amplio y flexible (abarca realidades pre, intra y trans-estatales) y no está sujeto a un rígido esquema legal-normativo- finalista como el concepto de Estado.

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La teoría sistémica originaria tiene un sesgo estático, que no se adapta bien al dinamismo de la política. Se la ha intentado superar por dos vías: – Por una variante cibernética, con un mando central, subsistemas y circuitos de retroalimentación, con capacidad de responder a innovaciones y cambios. Esa capacidad queda frustrada si se sobreestiman los procesos centrales de dirección y se menosprecia la capacidad de autogobierno de los subsistemas. Este es el modelo que actualmente se intenta aplicar en muchos sistemas políticos bajo el nombre de «descentralización». – Por la teoría de la Sociedad Activa (Etzioni) basada en una noción sustancial del poder y dos variables: la eficiencia y la participación. Esta teoría destaca la actividad de los subsistemas, con capacidad de autotransformación. Considera la existencia de dos factores orientadores de la dinámica social: el control y el consenso. Las sociedades activas presentan un alto nivel de ambos; las sociedades hiperdirigidas (como las socialistas) un alto control y un bajo consenso; y las sociedades hipodirigidas (como las capitalistas) un bajo nivel de ambos. Hay dos características que diferencian claramente al sistema político de todo otro sistema social: su universalidad (abarca a todos los individuos que forman la sociedad) y su condición de árbitro final de las situaciones sociales, con posibilidad de apelar a la fuerza en última instancia. Según Easton, la función del sistema político es la asignación autorizada de valores a toda la sociedad. El sistema político está inmerso en un medio social: intrasocietal y extrasocietal, con el que mantiene intercambios muy densos: recibe insumos (demandas y apoyos) y entrega exumos (decisiones políticas, etc.) que tienden a transformar las demandas en apoyos para superar su desequilibrio interno (stress).

En conclusión, el concepto de “sistema político” puede ser una categoría de análisis muy provechosa en el enfoque sociológico, especialmente en el conocimiento de la ciencia política. A medida que vayas introduciéndote a la clase de hoy podrás comprender de una mejor manera los acontecimientos considerados y podrás aplicarlos a un análisis cuando sea pertinente.

BIBLIOGRAFÍA:

Enciclopedia virtual.   comp.  [www.eumed.net].  [Fecha de consulta: 24 febrero 2014].
Disponible en: http://www.eumed.net/diccionario/definicion.php?dic=3&def=498

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LA SOCIOLOGÍA MEXICANA

Para referirnos a la sociología mexicana es pertinente remitirnos a una breve historia de la ciencia en México para que puedas hilar los acontecimientos relacionados con el tema de nuestra clase de hoy. Por lo tanto, consideramos que esta introducción te puede facilitar  los comienzos de la sociología en un espacio como México donde una de sus características ha sido la de una ciencia mediana, carente de apoyo directo del Estado.

Si nos remitimos a la escenografía general de la actividad científica en México, especialmente en el siglo XIX, podemos ver que una característica importante fue la mediocridad del desarrollo; esto puede parecernos extremo, pero si lo comparamos con otros países como Inglaterra, Dinamarca, Suecia, Alemania y Francia vemos que las diferencias son abismales y que estamos prácticamente en pañales.

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Esta falta de impulso científico se puede ver sobre todo en la ausencia de una tradición científica en nuestro entorno, aunque en sus inicios de México como nación después del a Guerra de Independencia el país haya estado bien representado en ese sentido.

Sin embargo, han existido grupos minoritarios o aficionados del quehacer científico de manera aislada, casi exclusivamente receptores de novedades generadas en otros lugares o escuelas serias productoras de conocimientos originales y de proyección universal, con su debida continuidad en otras generaciones, que han contribuido positivamente a la mejora de la vida de la sociedad en sus respectivos espacios de acción.

“La ausencia de tradición científica en México a lo largo del siglo XIX tiene muchas causas, algunas compartidas en otros países del hemisferio sur, que en ese lapso se encontraban en etapas semejantes o hasta más primitivas, de subdesarrollo científico, como gran parte de América Latina, África, la India y muchas otras naciones del Pacífico. Por ello sería injusto atribuir a las autoridades políticas mexicanas de los años post independistas (muchas de las cuales apenas estaban luchando por alcanzar la categoría de Estado) debido a ello se debió la falta de tradición científica en sus respectivas comunidades. Pero a pesar de la variedad histórica, geográfica y cultural de los países del hemisferio sur por lo menos en los latinoamericanos es posible identificar dos elementos comunes que contribuyeron a su subdesarrollo científico en el siglo XIX que son: a) La Colonia española (XVI-XVIII) y b) Las guerras de independencia (XIX).

Bajo este panorama aplastante difícilmente pudo florecer una ciencia fuerte y robusta como en los países desarrollados que mencionamos anteriormente. Dentro de este contexto fue que llegó la sociología a México, sin embargo, no podemos dejar de mencionar que fue a través del positivismo que esta logró cierto resplandor. Y no podemos dejar de mencionar que fue específicamente durante el régimen de Porfirio Díaz que logró incrustarse en la universidad y propició la comprensión de muchos de los fenómenos de la época, entre ellos el de modernidad que se introdujo a México.

BIBLIOGRAFÍA:

PÉREZ Tamayo, Ruy.  EL ESTADO Y LA CIENCIA EN MÉXICO: PASADO, PRESENTE Y FUTURO.  [En línea].  [Fecha de consulta: 24 Febrero 2014]
Disponible en: http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/6/2873/17.pdf

 

 

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ORGANIZACIÓN SOCIAL: GRUPO SOCIAL E INSTITUCIONES

En esta introducción vemos pertinente que te documentes sobre un caso particular de organización social, no sin antes considerar que “organización social” sea la forma como la comunidad se ordena en grupos y personas buscando un beneficio en común. El caso particular del cual queremos que te enteres para que comprendas la razón de ser de la organización social de las personas lo encuentras en el siguiente enlace. En donde podrás encontrar las pautas que ayudan a entender el sentido de la organización.

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Para referirnos a las motivaciones de la organización social analiza lo siguiente:

Asociaciones de Padres de Familia. En cada vereda en donde existe la prestación del servicio de educación, existe asociación de padres de familia, las cuales se han fortalecido con los cambios a que ha sido sometido el sector educativo a nivel nacional, llegando a tener injerencia en el manejo, mejoramiento y funcionamiento de las diferentes instituciones educativas. En las asociaciones están comprometidos profesores, padres de familia y comunidad.

Grupos de Amistad o de Trabajo. Desarrollan trabajos comunitarios como limpieza y mejoramiento de caminos y vías. Generalmente se colaboran entre los integrantes de cada grupo, realizando actividades agrícolas y arreglo o construcción de viviendas.

Mingas Comunitarias. La “minga” es una forma de trabajo comunitario muy antiguo, según el cual, quien va a realizar una actividad en su parcela solicita la colaboración de sus vecinos y conocidos para trabajar asociadamente y terminar en la jornada, lo que al grupo familiar le habría costado varios días. Las conocidas Mingas Comunitarias conformadas por hombres y mujeres buscan mediante su unión, trabajar en el desarrollo de actividades que contribuyan al mejoramiento de la comunidad en general.

Ahora bien, seguramente ya has encontrado el sentido de la organización social. Pues bien, en la clase que estás a punto de tomar se verá el sentido teórico de este caso especial que nos ilustran sobre la importancia que tiene para las personas estar integrados a un grupo en todas sus diversificaciones.

Esperamos que con esto comprendas lo mejor posible los siguientes conceptos sociológicos.

BLIBLIOGRAFÍA:

Organización social.  [En línea].  [Fecha de consulta: 24 febrero 2014].
Disponible en: http://www.crc.gov.co/files/ConocimientoAmbiental/POT/inza/10-BasicosSociales.pdf